Este espacio urbano suponía un verdadero reto ya que en su ordenación debían tenerse en cuenta usos muy diversos: es el nudo principal de comunicaciones del pueblo, único acceso al casco antiguo y confluencia de tres carreteras: hacia Yeste, Albacete y las pedanías. Además en la plaza se celebran los encierros de las fiestas patronales, el mercado semanal, de gran importancia en un pueblo que apenas tiene comercios y funciona como estación de autobuses.
El proyecto trató de ser respetuoso con la imagen tradicional de la plaza, introduciendo grandes mejoras en las infrestructuras urbanas de alumbrado, agua potable y saneamiento. Se resolvieron las circulaciones, aparcamientos y señalización viaria. Se sustituyeron los pavimentos, muy deteriorados. El espacio ha quedado accesible a personas con mobilidad reducida y se han plantado todos los árboles posibles.