Molinicos es sinónimo de pocos recursos. Dios bendijo este sitio con la naturaleza más maravillosa y las administraciones provincial, autonómica, nacional y europea lo maldijeron protegiendo esa naturaleza sin contraprestaciones que permitan el desarrollo económico y el progreso de sus vecinos. Este pueblo sólo sigue vivo por el trabajo y la imaginación de su alcalde, que cuenta con todo el apoyo de los que trabajamos en el Ayuntamiento que preside.
En Ayuntamiento contaba en su patrimonio con dos edificios, las casas del médico y del practicante, que habían perdido la funcionalidad: cubierta de madera podrida, humedades, instalaciones fuera de uso... Con la ayuda del Plan-E de 2009 se previno que el deterioro fuese a más sustituyendo la cubierta y en una segunda fase, con fondos propios completados con una subvención de la JCCM se acometieron el resto de las obras de rehabilitación que afectaron a la totalidad de sistemas de los edificios, que de esta forma se han recuperado para el servicio público.